En fin, amigos, ya saben que solamente cuando las luces se apagan se encienden los sueños. Esto es Tiempo Extra en Aragón Radio. Buenas noches, buena gente.
Esta ha sido la manera de abrir en las últimas temporadas este programa, que hoy termina. Y no es la despedida a una campaña más sino el adiós a casi diecisiete años vinculado a esta emisora, Aragón Radio.
Cuando la ilusión se apaga, en el instante en el que te abandona la pasión, por muy profesional que seas y pase inadvertido a la audiencia, es el momento de marcharte porque la comunicación es vocacional.
Y eso ocurre porque no me siento lo suficientemente valorado estos últimos años, porque han cambiado los medios de comunicación, existe la necesidad de que nadie destaque en la nueva fórmula de expresión mediática.
Clavo que sobresale, martillazo. Y más si no estás vinculado a ninguna formación política y no has sucumbido a otros medios más grandes que desde hace un tiempo se han hecho cargo de la programación deportiva de la radio, la televisión y la plataforma digital al mismo tiempo que formaban parte del accionariado del principal club aragonés.
En consecuencia mi tiempo aquí ha terminado. Casi diecisiete años con cerca de catorce mil horas de transmisiones, programas y colaboraciones con informativos, la primera voz de Aragón Radio un 28 de agosto de 2005 en el Vicente Calderón, una final de Copa del Rey, un ascenso del Real Zaragoza, una final de play off, dos ascensos del CAI, dos maratones de radio deportiva con directos en los cinco continentes y la Antártida, dos finales de la Eurocopa de Naciones, una de ellas en la Expo, un equipo de catorce formidables profesionales que comenzó en twitter Aragón deporte hace doce años y una audiencia extraordinaria.
Las cinco últimas temporadas han sido para mi complicadas, difíciles y con demasiada tensión con un infarto de miocardio incluido. Este año Tiempo Extra fue reducido a media hora y la sensación de aislamiento, de no formar parte de la idea de programación, de que significaba solamente un contenido residual, me ha llevado a tomar esta decisión.
He tenido grandes compañeros, he disfrutado de trabajar codo con codo con la dirección de la radio hasta la pandemia, de hacer más de lo que debía por contrato, de formar un grupo de comunicadores sensacionales, que continúa en la radio.
Todo comienzo tiene su final. Y siempre hay personas que te utilizan, que convencen a los nuevos de que se necesitan otras voces y, desde fuera, no les agrada la independencia por la repercusión en la audiencia y en las redes sociales.
Solamente deseo agradecerles a los oyentes su fidelidad, su presencia detrás del transistor, móvil, ordenador o tableta, en directo o a través de los podcast y a las personas que confiaron en mí para este proyecto a comienzos del siglo XXI.
Con la tranquilidad y el reposo que otorga el trabajo bien hecho, la lealtad y la dedicación intensa a la empresa que hasta hoy he representado, me despido de todos ustedes.
Pronto volverán a escucharme, a verme o a leerme a través de las redes sociales. Va a ser inevitable. Estoy seguro que estarán esperándome.
Muchas gracias a los oyentes de Aragón Radio.