Señoras y señores, queridos amigos, buena gente. Mientras calientan motores los componentes de la plantilla del Real Zaragoza, superan el reconocimiento médico y se preparan para la concentración, me vienen a la cabeza diferentes personas de hace ya muchos años. El doctor Enrique Pelegrín fue el primer responsable médico del Real Zaragoza con el que tuve la oportunidad de conversar en mi juventud.
Un veterano que comenzaba a tomar parte de las nuevas inquietudes de la medicina deportiva y que se responsabilizaba de las intervenciones menos graves de los jugadores lesionados. En las entrevistas era didáctico, de fácil palabra y valoraba incluso el tiempo de regreso de los futbolistas intervenidos.
No como ahora, que la información ofrecida por el club con esto de la protección de datos, tenemos que preguntar a otros médicos para que nos valoren la duración de la recuperación de los lesionados.
Se incorporó después el doctor Jesús Villanueva que había hecho carrera en el arbitraje siendo candidato a subir a Primera División. Fue muy prolongada su presencia en el club y además de encargarse de su trabajo era una persona inquieta que colaboró con diferentes entrenadores, directivos y periodistas para mejorar la relación entre ellos y la opinión pública en momentos difíciles.
Conocer a Andrés Magallón fue un lujo: era como un padre para los jugadores y los protegía como masajista, que es como se llamaba antes su función, y ante la afición. A mi me llegó a regañar varias veces por mi actitud crítica con el equipo.
Lo mismo pasó con Kabir Nana, un jugador olímpico de Hockey hierba de una familia notable de Pakistán y que tuvo que exiliarse después de la independencia de Bangladesh a Inglaterra. Y de allí a Borja, donde conoció a su mujer y le permitió aportar durante veinte años sus conocimientos como fisioterapeuta y persona de gran valor moral con el que mantengo una excelente relación aunque desde hace años viva en Málaga.
Estas son las cosas que los periodistas de ahora no pueden disfrutar: conocer a personas fundamentales en la historia del Real Zaragoza.