Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
El domingo en Girona termina la pretemporada del Real Zaragoza. Con muchas expectativas abiertas especialmente después del partido frente al Betis en Málaga, pero también con dudas importantes sobre la capacidad de buscar la sexta plaza esta temporada.
Con el fichaje fallido de Gaizka, el equipo aragonés contrató a Rebollo y Manu Molina, que estuvo a las órdenes de Carcedo en Ibiza, mientras que las sinergias con el Atlético de Madrid favorecieron la llegada de Giuliano Simeone y de Mollejo. Al parecer ninguno de ellos está aún inscrito en la Liga del Fútbol Profesional.
Bermejo ha renovado con el Real Zaragoza y veremos cuándo se hace oficial la de Francés, dicen que es cosa de horas. Las salidas están siendo escasas y con bajo rendimiento económico, por lo cual no llegan las tres necesarias incorporaciones que dotarían al conjunto blanquillo de potencial necesario para competir: un central, un extremo izquierdo y un delantero centro.
Carcedo se ha mostrado, incluso tras el susto de su problema cardíaco, serio, conocedor de su filosofía deportiva y responsable en sus declaraciones. Sin hablar demasiado ni asumir el papel de Juan Ignacio Martínez o Víctor Fernández las últimas temporadas.
El único que aparece siempre acompañando a Raúl Sanllehí es Torrecilla, que apenas habla y menos de incorporaciones. El consejo está en una nube y será difícil que exista mayor relación incluso que cuando estaban los de la Fundación.
En cualquier caso, lo más importante para mi es que ya se han llegado a los 23.500 abonados sin saber si Cuartero se ha marchado ya del Real Zaragoza.