Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Como ya les he comentado varias veces desde el comienzo de la pretemporada los marcadores de los partidos amistosos tienen una escasa validez de cara al comienzo de la Liga.
Es verdad que el juego del Real Zaragoza aporta muchas dudas especialmente por la falta de elementos fundamentales en la columna vertebral de un equipo que asume su décima temporada consecutiva en Segunda División.
Hay una cosa clara, hasta que no se marchen los futbolistas que sobran no vendrán los que se necesitan porque no hay margen salarial para ello. Y, desde luego, no va ser fácil.
Los que han llegado son pocos y no han entrado todavía en la dinámica del equipo; solamente Rebollo que apunta para el filial ha tenido una regularidad ante la ausencia de Cristian y la presencia de Ratón cuyas actuaciones han sido las que cabía esperar porque ya le conocemos.
Giuliano, Mollejo o Manu Molina han ido entrando poco a poco y con escasas aportaciones al equipo. Lasure, Nieto, Petrovic, Narváez, Larrazbal o Lluis López, tampoco elevan su potencial y hacen que otros como Francés o Francho no estén a la altura de las circunstancias. Bermejo, Grau, Vada, Jair, en menor nivel Chavarría o Eugeni, parecen asimilar las directrices del técnico, con Puche como apuesta interesante y Azón como el único futbolista capaz de luchar por el gol y ser el líder social del zaragocismo.
Seguro que me dejo algún nombre, especialmente de los que no han jugado. Y en cuanto a Carcedo mantiene su tranquilidad ante los medios, está inculcando su filosofía en la plantilla pero le faltan un mínimo de tres jugadores de experiencia, calidad y resultados inmediatos para lo que desea.
Presión alta, recuperación de balón, pase a la banda, disparo a puerta y seguridad defensiva. Casi nada lo del ojo y lo llevaba en la mano.
Mañana, frente al Betis. Una prueba más que interesante.