Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Me preocupa que Cristian Álvarez siga al margen del trabajo diario con el Real Zaragoza. Creo que se trata de un futbolista importante por su trayectoria, actitud y liderazgo y debe estar bajo los palos. No sabemos cuáles son sus molestias, espero que superables, pero nada se dice al respecto.
Lo de Ratón es también de mala suerte porque tampoco se entrena con normalidad. Después de tantos años a la sombra del argentino igual tampoco puede jugar, aunque falta mucho tiempo para que esto ocurra. Pero le estoy dand los entrenamientos.
Después, más amistosos, unos días en Marbella y a jugar con dos equipos árabes y el Real Betis Balompié, en el encuentro más comprometido de la pretemporada; por el adversario y por la fecha, el 3 de agosto, a pocos días del comienzo de la Liga.
Estaremos pendientes de las salidas, que ya sabíamos iban a ser difíciles, y también de las entradas. Especialmente la del goleador, que sigue complicándose y que es una necesidad vital para las aspiraciones del Real Zaragoza.
Parece que todo vaya muy despacio, que el calor nos haga refugiarnos en un tiempo de tranquilidad obligada después de estos últimos años. Mientras, además, todo estalla por el mundo, cada vez más pequeño y egoísta. Se nos está cayendo el planeta a pedazos y lo único que hacemos es echarnos las culpas los unos a los otros sin reaccionar.
El peor momento de la historia y nos tiene que tocar a nosotros.