Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Me pareció una reacción inteligente y de liderazgo que Juan Carlos Carcedo mantuviese una reunión por videollamada con su plantilla en Boltaña. Era la mejor manera que disminuyese la tensión en el grupo al poder ver y escuchar a su entrenador.
Felicitación también al club por facilitar este encuentro y comunicarlo por la noche a través de su página web para compartirlo con los seguidores zaragocistas. De esta manera podrá continuar en el Clínico bajo observación y demás tratamiento de su enfermedad.
Ahora es cuando su equipo técnico debe manifestar su preparación al mantener el sistema de trabajo desarrollado para esta fase de la pretemporada. En el mejor de los casos aún tardará unos días en regresar Carcedo a la concentración y el trabajo debe realizarse como si nada hubiera pasado.
Espero, sinceramente, que sus molestias cardíacas le permitan seguir entrenando porque de lo contrario la situación se complicaría para el Real Zaragoza. Pero al no conocerse la gravedad es imposible pensar en otra cosa que no sea el día a día y esperar que este susto se convierta en una anécdota.
Mientras tanto, a las doce menos cuarto se ha hecho oficial la vinculación de Mollejo al Real Zaragoza. Una espera larga pero con numerosas fotos de su ubicación desde la llegada a la capital aragonesa.
Después de Giuliano Simeone y Dani Rebollo, el delantero toledano del Atlético de Madrid llega para dar un paso adelante y crecer en un equipo donde la juventud y la cantera tienen un gran peso en el proyecto.
Es de esperar que en las próximas horas se vayan cerrando otro tipo de fichajes en el centro de la defensa y en la zona ancha del terreno de juego que ojalá coincidan con el alta de Juan Carlos Carcedo.