Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Hoy comienza la temporada con el Real Zaragoza como visitante en el Campo de la Unión Deportiva Las Palmas. Un escenario conocido porque allí se vivieron momentos de mucha intensidad con Ranko Popovic en el banquillo y donde solamente sobraron ocho minutos para que el Real Zaragoza consiguiera el ascenso a Primera División.
Allí terminó la línea argumental de la Fundación, se fueron dos por tres calles y la crítica posterior después del cese de Martín González y del técnico serbio, solamente sirvió para que un montón de directores deportivos y técnicos cambiasen plantillas y aún llegando a los play off el ascenso se resistiera.
Y entre col y col, lechuga. Temporadas donde el descenso a Segunda B y la posible desaparición camparon a sus anchas en la debilitada esperanza de los seguidores blanquillos.
Hoy comienza otro sueño, otra ilusión. Sin cerrar el apartado de fichajes hasta dentro de quince días, con solamente cuatro incorporaciones e Iván Azón lesionado, pero la inversión económica de una propiedad que ha permitido cerrar la deuda con Hacienda y que puede convencer al Ayuntamiento y al Gobierno de Aragón a levantar un escenario deportivo digo, propio de un aspirante a regresar a Primera y el décimo club español en la historia.