Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Mi primer recuerdo de hoy lunes va para una deportista histórica y que siempre ha estado vinculada al baloncesto después de su larga y exitosa etapa como jugadora. No voy a destacar sus títulos y trofeos, que son muchos y merecidos, sino su humildad, discreción y talento que aún hace más grande a Pilar Valero.
He tenido la oportunidad de entrevistarla en todas las emisoras donde he trabajado y siempre sus contestaciones eran espontáneas y llenas de sentido. Conversaba siempre con más expresividad cuando se hablaba de otras jugadoras, de sus clubes o del baloncesto en general.
La última entrevista que tuve con ella fue hace poco más de un año, en Tiempo Extra, en la sección “en busca del personaje” donde no estaba cómoda al comentar su trayectoria y su personalidad. Pilar era así, estaba molesta cuando se hablaba de ella porque estaba volcada en los demás. Ahora ya es una hermosa historia del deporte aragonés que siempre estará presente en nuestro baloncesto.
Sobre el Real Zaragoza no me tiren de la lengua. El alabado director deportivo, abrazado y renovado por Sanllehí, Montes Torrecilla, era un personaje en absoluto querido por la afición del Real Zaragoza y cuyos resultados deportivos eran insuficientes. ¿No pensó de verdad en su relevo o se trataba de una pieza sustituible en un momento dado? Como el mismo Carcedo, avalado por el director deportivo, cuya salida pidió hace ya varias jornadas la afición de la Romareda.
El fútbol es un negocio, indudablemente, pero con el componente emocional de su afición. Y la zaragocista ya está harta de solamente contar para pagar el abono y comprar merchandising en la tienda del club.
Ahora a ver a quién traen y qué esperan del mercado de invierno para el que aún faltan muchas jornadas de liga.