Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
El sistema de trabajo de cara al público del Real Zaragoza mantiene sus esquemas de manera invariada. Se aguanta lo que sea, nadie se expresa si excluimos al técnico y los jugadores en las diferentes apariciones ya pactadas y con mensajes de tono optimista o tranquilizador según los marcadores. Quizás se haya producido un cambio con respecto a las redes sociales con defensores de la actitud de la dirección del club con cuentas anónimas sin seguidores y muy altivas con respecto a los críticos de mayor peso especialmente en twitter.
Cuando se está en proceso de cambio, las cosas no han salido como se esperaban o desde arriba te presionan por la falta de éxitos en el negocio, se tiende a crear un vacío para evitar comentarios y, de vez en cuando, se introduce alguna chispa que encienda el motor con noticias de un calado medio pero sin ser profundas.
Hace algunas semanas se comentó que Jair Amador no iba a seguir, que estaba en conversaciones con otros clubes para cerrar su etapa zaragocista y dos días después se hablaba de su renovación. Hoy mismo se regresa a ese apunte sobre el veterano central y se asegura que la firma está asegurada.
Ayer se decía que Jairo Quinteros era pretendido por algunos clubes de su país pero que el Real Zaragoza no iba a dejar salir al central. Un jugador que apenas ha disputado diez o doce minutos a lo largo de la temporada.
El mensaje de «lo mejor está por venir» ya ha desaparecido del lenguaje ilusionante del Real Zaragoza en sus difusiones digitales, como cualquier idea de futuro expresada por Sanllehí. De momento el club está aguantando la corriente a la espera de que las aguas se vayan amansando.