Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
En unos días acudirá la plantilla del Real Zaragoza a su concentración de Boltaña después de una semana de trabajo en las instalaciones del club en la carretera de Valencia. Con escaso movimiento en la plantilla, tanto en altas como en bajas, la preocupación se encuentra en conseguir los refuerzos necesarios para ser competitivos desde el comienzo de temporada y conseguir un goleador de referencia para acompañar a Iván Azón y Giuliano Simeone, organizar el centro del campo, excesivamente poblado, y conocer la manera de utilizar sus elementos defensivos.
Desde su tournee de hace unos días por los medios audiovisuales y escritos, Juan Carlos Carcedo no ha dicho nada con respectro a la plantilla, si es posible ajustar su estilo táctico al del que podrá disponer y si habrá que esperar al último día de mercado para aprovechar alguna ocasión de última hora.
Tampoco ha hablando Torrecilla de nada más que las llegadas de Simeone y Rebollo, ni se ha producido una presentación de la campaña de abonados más profundo de lo que se ha publicado en la web del club
Sanllehí tampoco se ha presentado a la afición, que sabe perfectamente que es quien toma las decisiones aunque delegue en otras personas las acciones terminales.
Hoy se ha dirigido a la prensa local el capitán, Alberto Zapater. A sus treinta y siete años ha asumido que se acerca el final de su vida deportiva pero que siente el cosquilleo en el estómago cuando regresa al trabajo, ve cercano el desplazamiento a Boltaña y desea comenzar ya temporada. Habla bien del entrenador y de las incorporaciones, destaca la afición como lo más importante del club y espera conseguir que este proyecto termine de la mejor manera posible.Otra vez el capitán, está vez con trabajadores de los medios de comunicación convencionales, en una comparecencia donde ya se conocía el contenido y el mensaje de sus declaraciones.