Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Nos inundamos ya de las Fiestas de Navidad yendo de un lado a otro para terminar las compras, los ajustes familiares para quedar bien con todos y esa especie de locura colectiva que une el árbol de Navidad con el Belén, Papa Noel con Los Reyes Magos y la crispación política de un país que ha vuelto la cabeza a los espectáculos indignantes que provocan sus representantes.
Según algunas encuestas la abstención con un 52% sería la principal opción elegida por los españoles. Es decir que los mantenidos, mantenidas y mantenides seguirán haciendo de su capa un sayo y provocando un formidable caos que ni el fútbol podrá salvar.
En el club se ha ido todo el mundo de vacaciones y no parece existir más presente que el tira y afloja de los agentes de los futbolistas para conseguir lo máximo de cara al abandono del Real Zaragoza. Lo que disminuirá la capacidad económica para contratar refuerzos aunque se tuvieran fichas libres.
El caso de Iván Azón preocupa porque aunque en dos o tres semanas estuviera listo para regresar a la expedición, habrá que esperar a una segunda pretemporada ya que apenas ha jugado y tendrá que conseguir el ritmo de competición adecuado.
Sigue inquietando que cada jornada se produzcan lesionados, es el caso de Bermejo y de Vada, mientras futbolistas como Eugeni, Manu Molina o Jaume Grau estén muy bajos físicamente.
Desconocemos cuáles son las intenciones de cara a la segunda vuelta, las opciones que se han planteado Escribá y Sanllehí y si una permanencia cómoda es el objetivo del embajador plenipotenciario de cara a tranquilizar al presidente Más.