Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
La guerra está a punto de comenzar. Después de perder un sinfín de batallas, tras acariciar la victoria en una ocasión y salvarse de la destrucción en tres oportunidades, llega el momento de aprovechar la experiencia y los nuevos aliados. Que, en busca de su negocio económico, enarbolan la bandera zaragocista junto a miles de voluntarios de todas las edades, sexo e ideologías.
Alejandro Magno dijo, en su momento, que «no tengo miedo de un ejército de leones guiado por ovejas; tengo miedo de un ejército de ovejas guiado por un león». Comparto ese criterio completamente y lo amplío al león que anima a un equipo de leones dirigido por un grupo de planificadores también con garras y colmillos.
Por último, Napoleón Bonaparte expresó de manera contundente que ·»el campo de batalla es una escena del caos constante. El ganador será el que lo controla, tanto el propio como el de los enemigos».
Y la segunda división es eso, desorden y confusión absoluta. Y hay que aprovechar esa circunstancia con en director deportivo que ha demostrado de lo que es capaz, de un entrenador con experiencia y de unos futbolistas cuyas incorporaciones pueden dar potencia y consistencia arriba y abajo.
La afición está con las espadas en todo lo alto y aunque cada batalla va a ser más complicada que la anterior es el momento de aprovechar este amanecer para hacer lo más largo posible el día.