Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Van pasando los días de la pretemporada salpicados de partidos amistosos ante adversarios de inferior categoría y con diferentes altibajos en la moral por los fichajes asumidos y los que no han sido posibles.
Sigue el silencio institucional cuando se ha hecho público que el principal capital de los inversores no es norteamericano, ni colombiano, ni francés, sino del Atlético de Madrid. Ya nos contarán porque Sanllehí sigue sin acercarse a la opinión pública.
Ayer el partido fue insustancial, con una mejor puesta en escena del CD Teruel por la ilusión de jugar en Pinilla y ante el Real Zaragoza. Está claro que las intenciones de Carcedo no son de ofrecer espectáculo sino de ir encajando sus piezas en un tablero incompleto. Sigue con molestias Cristian Álvarez, Mollejo y Manu Morales, jugaron un poco más mientras que estaría bien que Giuliano se aproximase más a la banda para ver si hacía más daño en el costado.
Resultó curioso que los tres remates blanquillos fueron dos de cabeza de Nieto y un error ante la meta vacía de Vada. Seguimos a la expectativa del fichaje de tres futbolistas concretos, entre ellos de un delantero centro referencia. Que, lo mires como lo mires, es absolutamente fundamental pese al estímulo y la pasión de Iván Azón.
Me gustaría agradecer a mi compañero de viejas batallas Alfonso Hernández la oportunidad que me brinda desde este jueves de colaborar en Principes de Paris con un comentario semanal, corto y directo, en la línea de crítica constructiva pero independiente, para compartirla con los seguidores zaragocistas.
Un espacio más para la posibilidad de elección y la certeza de lo que van a encontrar los aficionados. El 10 de Príncipes de Paris, un lugar para disfrutar de esta historia interminable de nuestro fútbol.
