Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
En las últimas semanas escaseaban las noticias de relevancia sobre el Real Zaragoza y el community manager se esmeraba en postear fotografías de diferentes jugadores valorando sus cualidades. La mejoría en el fútbol exhibido sobre el terreno de juego ante dos grandes de la categoría ha tranquilizado al público que se deja llevar por el verbo cálido de Julián Velázquez y su forma de participar en los partidos desde los banquillos.
Ahora nos enteramos así, de repente, que Raúl Sanllehí está presente en las sesiones de «FIFA Diploma In Club Management» que se celebran en Arabia Saudí. Este programa de la FIFA tiene como objetivo promover la profesionalización del fútbol a nivel mundial a través de la celebración de distintos talleres y reuniones con los clubes de distintas partes del globo. En castellano viejo se entiende que los países árabes de altísimo caudal económico serán quienes dicten el futuro del fútbol en el mundo. Yendo a un terreno más cercano a nuestro refranero, es como decir «con dineros, chifletes».
Además el Real Zaragoza ha puesto en marcha con motivo de las vacaciones una tienda en la calle Alfonso, se han iniciado las catas para comprobar el estado del subsuelo de la Romareda y la aparente marcha imparable de la sociedad mixta público privada, avanza sin excesivos ataques de la izquierda. Entre la subida y paseo en hombros de Sánchez sobre sus más fieles y hechizados servidores de la nueva política progresista española y de los independentistas a la derecha e izquierda de la añorada república catalana y la próxima, cuyo lenguaje dicen que procede de las Cuevas de Altamira, el fútbol solamente es como un acto de erotismo rápido para cumplir el expediente.
Que sea una persona mayor, con muchos años de trabajo a mis espaldas y con miles de interpretaciones del ritual deportivo dentro y fuera del terreno de juego, me facilita entender que formamos parte de un todo donde los de arriba se unen formando grupos afines que necesitan la existencia de injusticia, guerras, odios, pobreza y vías de escape para neutralizar la lucha organizada contra esta tiranía de siglos y el agradecimiento por suavizar el sollozo colectivo de miles de millones de esclavos.