Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Han pasado muchos años desde que el Trofeo Ciudad de Zaragoza, que el Ayuntamiento organizó para las «fiestas de primavera», vio la luz por primera vez en el estadio Municipal. Participaron en 1971 el Colonia y el Anderletch además del equipo blanquillo que sufría un cambio con su descenso a Segunda División después de una década formidable con los «Magníficos».
Hamburgo, Palmeiras, Borussia, Partizan, Boca Juniors, Sporting de Lisboa, Manchester United, Aston Villa, Barcelona, Peñarol, Dinamo de Moscú, Hamburgo, Fejenoord, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Atlético de Madrid o Juventus, formaron parte de un listado de clubes importantes que ayudaron a disfrutar a la afición blanquilla de su falta de participación europea durante varios años.
Tenía razón Cristian Lapetra cuando se quejó al ser nombrado presidente del Real Zaragoza que Agapito Iglesias había denigrado el Trofeo que lleva el nombre de su padre con clubes poco interesantes para la afición blanquilla. Pero no es menos cierto que durante la presencia en la propiedad de la Fundación tampoco llegaron equipos de gran importancia balompédica: Getafe, Español, Real Sociedad, Éibar, Levante o Deportivo Alavés apenas sirvieron de reclamo para una Romareda sin ilusión. Además de que en 2020 no se celebró por la pandemia y que el año pasado se aplazó sine die. Es cierto que Cristian Lapetra era un empleado del grupo Heraldo y que en las decisiones del consejo no tenía ni voz ni voto, ya que fue su apellido el impulsor de un grupo que apenas puso dinero real en el club.
Mañana llega el Millonarios de Bogotá, un conjunto histórico, propiedad del inversor Gustavo Serpa, campeón de la Liga de su país y con una afición muy involucrada con el club. Los más veteranos recordarán que Alfredo Di Stéfano llegó al Real Madrid mediados los años cincuenta del siglo pasado precisamente del club colombiano.
No creo que jamás conozca a Gustavo Serpa ni a Jorge Mas, ni que ellos sepan o les interese quién soy ni mi historia en la comunicación aragonesa en los últimos cuarenta y siete años, pero me parece un detalle importante y significativo que Millonarios venga a jugar a Zaragoza. En estas cosas se detecta el estilo, la cercanía y la forma de ser de las personas.
Y me alegro mucho por el Real Zaragoza y por su tremenda afición.