Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Este sábado por la tarde se disputa, posiblemente, una de esas pequeñas finales que pueden marcar el futuro de los clubes que luchen en mayo del año que viene por el ascenso a Primera División. Ambos están en cabeza con dos victorias, tres goles a favor y ninguno en contra. El triunfo de uno de ellos le daría una ventaja de tres puntos y otra mayor la correspondiente al estado emocional de su equipo y de su público.
El equipo insular cuenta con once mil abonados por 27.000 los maños y siempre son competidos los encuentros disputados en el Heliodoro Rodríguez López. Pero la estadística es una cosa y el momento real es otra muy diferente. Y se trata de exponer sobre el terreno de juego lo mejor que cada uno tenga este comienzo de temporada.
Escribá dispone de elementos suficientes para establecer un control con distintos sistemas de juego gracias a los futbolistas de los que dispone, con algunos como Sergi Enrich o Varela que apenas han tenido minutos en este comienzo de liga. Además de Grau, Bermejo o Mollejo que están en condiciones de jugar. De comienzo o como revulsivo.
No será fácil contener al Tenerife inicialmente y no sé si el Real Zaragoza le entregará el dominio para cerrar la defensa y aprovechar la velocidad de sus atacantes y el balón parado. Los partidos cambian muchas veces en sus minutos de disputa, que ahora pueden ser de cien para arriba.
Escribá posee ya mucha experiencia y sabe que si no se puede ganar lo importante es no perder y dispone de futbolistas con toque de balón para disminuir la presión del contrario.
Lo importante, pase lo que pase, es aprender y seguir adelante cada vez con más fuerza y sentimiento en esta oportunidad abierta después de once temporadas en Segunda División.