Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Aquí estamos en la víspera del Pilar después de la bronca en La Romareda y antes del partido de mañana en Santander. Con tiempo nuboso, lluvia intermitente y la sensación de que todo debe cambiar.
Carcedo, en la rueda de prensa de esta mañana, ha insistido en que están preparados para sumar los tres puntos en el Sardinero. Qué va a decir, sería absurdo que dudase públicamente de una victoria porque entonces debería ser cesado de inmediato.
Supongo que estará hundido, desorientado y con el peso tremendo de una afición mayoritariamente en contra. Y así es difícil trabajar si no tienes mucha experiencia y recorrido.
El técnico riojano es el primer escudo de Sanllehí y no dudará en prescindir de él para calmar a la grada si se pierden los dos próximos partidos. Quizás la presencia de un técnico conocido como revulsivo pueda ejercer de estímulo para la plantilla y provocar una pausa en la ansiedad zaragocista.
Para esperar al mercado de invierno, incorporaciones de gente que pueda ser interesante y un organigrama que suponga un cambio real en la estructura zaragocista y asuma competencias de Sanllehí.
De momento, noche de vela de armas antes del partido demañana. Y que sea lo que Dios quiera.