Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Los martes son días de profunda falta de información en el Real Zaragoza con ruedas de prensa al futbolista que le toca y todas con el mismo guión. Ayer los dos periódicos locales hacían hincapié en la llegada de Pep Boada, veterano scouting del Barcelona y cercano a Sanllehí para formar parte del equipo directivo en el departamento técnico. Sea director deportivo o no en el organigama inexistente del club, lo que será es ayudante y prolongación del director general.
Consiste ahora en ver si es necesaria la presencia de jugadores del filial como Rastrojo o Naranjo para favorecer la creación y el remate o se van a esperar cinco jornadas hasta que se abra el mercado de invierno.
La tibieza y el desencanto de la afición zaragocista pasaron de la ilusión con cerca de veintiséis mil socios a comienzo de temporada a la exigencia de la salida de Carcedo y Torrecilla. Ahora, con el cansancio y el desánimo de los últimos partidos apenas se tiene ganas ya de protestar.
El Mundial tampoco está siendo una exhibición en sí mismo y todavía no ha jugado España, que siempre es un aliciente. Ver un partido entre Catar y Ecuador es como si te comieses un Ponferradina – Mirandés o un encuentro de la primera división de Moldavia. A ver qué pasa con el streammer Luis Enrique que, al ver la indiferencia de mucha gente y que no era foco de atención mediática se ha dedicado a estimular a las nuevas generaciones tecnológicas.
Así las cosas es mejor recurrir a la calma, paciencia y tranquilidad. Y recordarles que mañana estaré en la Muela con Isidro Oliván y Andoni Cedrún para comentar en la fiesta de su auditorio la previa y el post partido de la selección en un ambiente de público apasionado, barra suculenta y productos oficiales de la Federación Española de Fútbol. Desde las cuatro y media de la tarde.