Comentario de Luis Serrano, investigador de «Expediente Chipirón», en torno a la expulsión de Moya y qué dice la normativa al respecto para entender las decisiones de los colegiados en este sentido.
Las Reglas de Juego de la International Football Association Board (IFAB) vigentes especifican algunas de las posibles conductas antideportivas que se pueden dar en cualquier competición de fútbol mundial. Es evidente que no pueden estar contempladas todas y cada una de ellas y es, en esas jugadas que no están reguladas, cuando entra de lleno la aplicación del espíritu de las reglas de juego. En estas situaciones es cuando todos los actores del mundo del futbol esperamos que el árbitro tome una decisión que esté en consonancia con las reglas de juego y que mantenga la filosofía del fútbol.
Teniendo en cuenta este preámbulo del reglamento de la IFAB, el espiritu de juego y el acta arbitral, procedo a exponer cómo interpreto las jugadas que supusieron tarjeta amarilla al jugador del Real Zaragoza Antonio Moya Vega, en el encuentro disputado el domingo 12 de mayo de 2024, en el estadio Carlos Tartiere, contra el Real Oviedo.
- Si durante un encuentro de fútbol, un jugador protesta o muestra de palabra o con sus gestos que no está de acuerdo con la decisión tomada por un miembro del equipo arbitral se le amonesta con tarjeta amarilla.
- Si durante un encuentro de fútbol, un jugador golpea de manera temeraria, es decir, que golpea al adversario pudiéndole producir un daño físico, no necesariamente grave y, además, éste contacto se realiza sin haber tenido en cuenta el riesgo o las posibles consecuencias que pueden suponer para el jugador afectado, el árbitro principal amonesta con tarjeta amarilla jugador y penaliza a su equipo con libre directo.
- El árbitro principal DETENDRÁ el juego en el caso de que la falta sea merecedora de amonestación y suponga la segunda para el jugador infractor, a menos de que se trate de una ocasión manifiesta de gol.
- El árbitro asistente de vídeo (VAR) es un miembro del equipo arbitral que asiste al árbitro ÚNICAMENTE a la hora de tomar una decisión utilizando imágenes en el caso de un «error claro, obvio y manifiesto» o de un «incidente grave inadvertido» relativo a un gol/no gol, un penalti/no penalti, una tarjeta roja directa (no segunda amonestación) o una confusión de identidad cuando el árbitro amonesta o expulsa al jugador equivocado del equipo infractor.
Por todo ello, el árbitro principal Saúl Ais Reig debió haber detenido el partido para amonestar con tarjeta amarilla al jugador zaragocista por ser la segunda amonestación.