Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Habrán escuchado en multitud de ocasiones el término «impass» voz francesa que significa situación de difícil o imposible resolución, o en la que no se produce ningún avance. También son utilizables las expresiones «callejón sin salida» o la menos grave, «punto muerto». Y es lo que me gustaría saber como a la gran mayoría de los seguidores zaragocistas, si el club está detenido en busca de soluciones o realmente todo se ha paralizado hasta la consecución de la permanencia.
Esta última semana no se ha hablado ni de la Romareda, lo que llama la atención después de la batalla electoral provocada por el partido socialista y el partido popular. No se sabe ni cómo va a ser el proyecto ni cuál la alternativa, imaginándose la gente las pinturas negras de Francisco de Goya, en concreto el «duelo a garrotazos» que expresa el carácter aragonés ante la búsqueda de soluciones.
Silencio también en los medios afines al grupo local del poder donde se habla de estadísticas, anécdotas o de la renovación de Jair, la salida o no de Quinteros y el expolio de jugadores juveniles hacia Villarreal y la capital de España.
Esto de seguir bajo el control de las grandes familias, inmobiliarias, entidades financieras y medios de comunicación hace que todo siga igual que antes con la Fundación, los que pusieron a Agapito desde la política y Soláns, que vendió el club. Pero con la inseguridad de los grupos de inversión de riesgo que, en cualquier momento pueden marcharse si no obtienen su objetivo, la reconstrucción y utilización en clave de negocio de la Romareda.