Señoras y señores, queridos amigos, buena gente.
Al margen de la buena noticia de la retirada de la ortesis a Francés, que comenzó ayer a trabajar de manera progresiva con el grupo, muy poco se ha proyectado del Real Zaragoza a través de su web al margen de las declaraciones del técnico y diferentes miembros de la plantilla.
Hoy ha comparecido Fran Gámez, cuyas facciones demostraban los escasos deseos de estar en la sala de prensa y que ha confirmado que la derrota en Anduva no se debió a la falta de actitud del equipo.
Después de tres días no saben explicar el porqué de la pérdida de todos los duelos a medida que el partido iba transcurriendo, como expresó el entrenador al final del encuentro.
Silencio y más silencio, apenas alguna foto del regreso de los entrenamientos y la ya comentada noticia de la mejoría del central canterano, que no significa que esté en condiciones de jugar.
La reacción de gran parte de los aficionados es de protesta ante la forma de perder contra el Mirandés pero también algunos piden más calma y que se deje trabajar al entrenador.
Carcedo es el primer paraguas de Sanllehí, como Torrecilla es el segundo. Ya no hay nadie más en el club al margen del escondido Luis Carlos Cuartero que ha perdido protagonismo hasta ya no ser nadie en la historia del club.
Supongo que la situación debe ser de tensión en las entrañas del Real Zaragoza porque el director general depende de los inversores; puede pasar de la afición, de los periodistas independientes, del clima de pesimismo de la hinchada, pero no de quienes le han encargado un trabajo concreto. Y más aún cuando la designación de la Romareda para el mundial del 2030 en noviembre, favorecerá la remodelación de un estadio que será negocio cuando esté reconstruido y con posibilidades de explotación. Es decir, aproximadamente en 2026.